ALICIA GOYENA: mujer, educadora, feminista
Alicia Goyena Wetzstein nació en Montevideo el 22 de enero de 1897. Al terminar la primera década del Siglo XX, de los setecientos cincuenta alumnos que cursaban estudios secundarios, sólo cincuenta eran mujeres. Alicia Goyena era una de ellas.
En 1918 es designada para dictar Historia Nacional y Americana en sustitución de su maestro Eugenio Petit Muñoz en la Sección Femenina de Enseñanza y en 1922 asume la Cátedra de Literatura, supliendo a María Eugenia Vaz Ferreira, de quien fuera alumna.
La dictadura de 1933 la encuentra entre sus opositores. Integrante del claustro (órgano elector y de asesoramiento en los asuntos generales de la Universidad.) de 1935, participó de las actividades de resistencia al terrismo, en directa colaboración con Carlos Vaz Ferreira, elegido por unanimidad del claustro para el Rectorado entre 1935 y 1941.
En enero de 1944, la Sección Femenina de Enseñanza Secundaria recibió el nombre de Instituto Batlle y Ordóñez. En marzo, con 47 años, ella asume la dirección, por iniciativa de sus propios compañeros y sin dejar sus clases de literatura.
Desempeña ese cargo durante treinta y tres años, hasta que en enero del 77 el Consejo Nacional de Educación (CONAE) decreta su cesantía. El 22 de enero de 1977, a las 9 de la mañana, la expulsan a la fuerza del que fuera local del IBO, y se retira a la casa que había adquirido en el 64, en la calle Pablo de María .Fallece ese mismo año, el 6 de junio, a los 80 años.
Dedicó su vida a la educación, con un objetivo claro: combatir el desnivel cultural de las mujeres y colocarlas en igualdad intelectual con el hombre. Alicia Goyena fue una educadora feminista en la década del 40. Este aspecto de su trabajo como docente y como gestora, cobra hoy una dimensión fundamental, cuando las mujeres continuamos luchando por el respeto y el reconocimiento de nuestros derechos.
Desde el IBO, cambió la vida de miles de mujeres. ¿Cómo? Con una postura educativa sostenida en la acción. “Ajena a toda soberbia discursiva, Alicia Goyena escribió poco e hizo mucho.” (Ferro, 2000, Prólogo). Ferro plantea que quizá una de las causas de la poca producción escrita sobre sus propuestas educativas haya estado en la molestia que habría generado la reflexión pública de lo femenino en las mujeres de su generación. (Ferro, 2000, Prólogo).
Fotografía de Alicia Goyena con un grupo de alumnas en las puertas del IBO (1946). Fuente: Foto proporcionada por la Prof. Margarita Mendoza a la Cátedra “Alicia Goyena”.
Según Ferro (2000) llevó adelante distintas estrategias pedagógicas destinadas a la educación de las mujeres. Gracias a ella fue posible un salto en calidad y cantidad de la educación femenina en nuestro país, como resultado de una verdadera “discriminación positiva”, es decir, una separación que opera para beneficiar o privilegiar a un sector de la población, de manera de obtener una nivelación equitativa con otros sectores más avanzados en determinada área. En este caso se trató de concentrar los esfuerzos sobre la mujer, trabajando específicamente hacia la equidad educativa entre los géneros.
La Femenina se transformó en un modelo único para la educación nacional: tenía biblioteca, comedor, departamento médico y odontológico.
Alicia alentó en las alumnas la convicción de que a través de su pensamiento y su accionar, podían transformar los aspectos de la realidad que no les eran favorables. En 1964 comienza a funcionar la Coordinadora de Estudiantes de Secundaria (CESU), a la que se integra el liceo femenino: se hicieron frecuentes las asambleas en el liceo de señoritas, para las que la dirección cedía el salón de actos.
Nuestro centro cultural, La Casa de Alicia, tiene como uno de sus objetivos fundacionales y más importante hoy que en el momento de su creación, dar a conocer la obra y el pensamiento de esta mujer uruguaya.
Prof.Beatriz Miranda, 2018
Fuente: Ferro, Margarita (2000). Alicia Goyena, una pedagogía para la vida. Montevideo: Imprenta de Proveeduría de Secundaria
Cátedra Alicia Goyena
El proyecto original fue propuesto en 1983, por docentes y personalidades intelectuales vinculadas a la profesora y admiradoras de su trayectoria. Estaba dirigido al Director del Consejo de Educación Secundaria Básica y Superior, Inspector Ramiro Mata, y solicitaba la creación de una cátedra de conferencias sobre literatura, historia, música, artes plásticas y ciencias con el nombre “Alicia Goyena” y que funcionara, en la sala denominada “María Eugenia Vaz Ferreira” en el que fuera Instituto Batlle y Ordóñez hasta 1977, y donde en ese momento se encontraba el Instituto Nacional Docente (INADO).
El expediente quedó detenido hasta diciembre de 1985, en el que se tomó la resolución de darle curso. La propuesta final planteaba transformar la casa de Alicia Goyena, que funcionaba como archivo de documentación, en un centro de actualización y perfeccionamiento docente, y al mismo tiempo promocionar la vida artística y científica. Se realizaron las reformas edilicias necesarias, se creó una biblioteca juvenil recreativa y, finalmente, se inauguró el 15 de setiembre de 1986. (Artagaveytia et alt, 2008, pp.405-406).
Prof. Beatriz Miranda, 2018
Fuente: Artagaveytia, Lucía; Báez, Raquel; Bralich, Jorge; Frumento, Teresa; González Rissotto, Rodolfo; Maronna, Mónica; Miraldi, Armando; Pasturino, Martín; Tornaría, Carmen; Vázquez Gersósimo, Susana; Coordinadores (2008). Historia de la Educación Secundaria 1935-2008. Montevideo: Tarma S.A.
La Casa de Alicia
Este nombre refiere a un concepto (y a una realidad) más cercana, más humana: una casa (y en este caso, literalmente fue la casa de Alicia) es un espacio que nos recibe, un espacio construido para estar habitado, un lugar donde se producen encuentros y se generan experiencias. No sólo es, en este caso, un monumento: son habitaciones por las que debe circular la vida.
El objetivo original de 1986 no desaparece, ya que continúa siendo un lugar de formación y perfeccionamiento para los docentes, pero adquiere la definición de centro cultural, cuyas actividades (todas) están siempre abiertas a la ciudadanía en general. A esto contribuye el hecho de que la biblioteca funciona como biblioteca pública, no sólo limitada a docentes y estudiantes.
Una nueva imagen
La renovación de imagen del centro cultural, era (y es) fundamental para revitalizar el interés y la participación de docentes, estudiantes y público en general, así como para lograr la difusión de este espacio y sus potencialidades. Desde el 2014 estaba planteada la realización de un concurso para un nuevo logo, cuya implementación fue posible en el 2016. El concurso “Un logo para La Casa de Alicia”, que convocó a estudiantes de 4°, 5° y 6° de liceos públicos de todo el país, buscaba dar a conocer la existencia del centro cultural, y contribuir a fortalecer la sensación de pertenencia y apropiación a través de una imagen creada por un estudiante, dado que ellos son el sentido del trabajo docente. El premio tuvo un aspecto material (una tablet digital Genius) y un aspecto que, además de su valor económico, involucra la formación del estudiante (una beca anual para el 2017 en el taller del artista Clever Lara).
Se recibieron veintitrés propuestas provenientes de liceos de Cerro Largo, Colonia, Florida, Montevideo y Río Negro.
El jurado realizó una preselección de siete propuestas, a las que se les hicieron sugerencias para ser llevadas adelante con un nuevo plazo de presentación. Entre esos siete trabajos se eligió el nuevo logo. El viernes 11 de noviembre se inauguró una muestra en La Casa de Alicia con todos los trabajos presentados y a la que asistieron todos los estudiantes creadores de las propuestas, acompañados por docentes y, en algunos casos, por sus compañeros de clase y familias. Fue una instancia muy enriquecedora ya que los estudiantes pudieron conocerse, intercambiar impresiones sobre sus propuestas, recibir devoluciones de los integrantes del jurado, y conocer y habitar La Casa de Alicia sobre la que venían trabajando hacía tres meses.
En ese marco se entregaron reconocimientos a todos los participantes, a los pre-seleccionados y se reveló cuál era la propuesta ganadora, que es, a partir de ese momento, el logo de nuestra institución.
La creadora fue Angélica Freire, alumna en ese momento de 4° año del liceo N°5 “José Pedro Varela” de Montevideo. En su fundamentación, Angélica dice:“¿Por qué un rostro sugerido? Porque demuestra su rostro no reconocido por la sociedad y por los estudiantes que allí concurren y que se benefician de dicha casa. Yo misma me enteré de su historia participando de esta actividad. En nombre de Alicia y mucha gente con actitudes nobles, es que diseñé su cara olvidada. Igualmente a partir de que mi logo, que sea expuesto como representativo de su cara, tiene la contrapartida de que la gente comience a buscar ese rostro real digno de recordar. ”
La fundamentación de Angélica (como la de otros de los estudiantes que participaron) muestra que este trabajo creativo sustentado en la investigación generó un vínculo con este lugar y con la personalidad de Alicia Goyena que no existía.
Prof. Beatriz Miranda, 2018